MARCO TEORICO


De acuerdo con Bruner, citado en Guillén, F. (1994)[1] “El currículo de una disciplina debería ser determinado por la comprensión fundamental de los principios que subyace a esta disciplina. Enseñar temas específicos o habilidades sin ponderar este contexto, es vano y hará extremadamente difícil para el estudiante generalizar lo que ha aprendido a lo que luego encontrará” (p. 55), razón por la que se hace necesario buscar estrategias de enseñanza-aprendizaje, que permitan al estudiante comprender el verdadero significado de lo que aprende y su finalidad, a través del desarrollo de competencias y de procesos de pensamiento, que generen cambios conceptuales necesarios para alcanzar un aprendizaje significativo.

Entre los objetivos ambientales de la educación ambiental, para interrelacionar lo actitudinal con lo conceptual, aplicada en el sistema educativo, de acuerdo con Caduto (1992)[2] y con Puig Rovira (1992)[3], están: √ Desarrollar la concienciación ante situaciones socio-ambientales, y mejorar la capacidad de plantearse problemas, debatirlos, construir opiniones propias, difundir esas problemáticas y sus propuestas de solución. √ Promover la sensibilización de las propias actitudes y comportamientos habituales, en el entorno, mediante la valoración de las repercusiones de impactos importantes. √ Estimular la comprensión compleja de los conceptos básicos y el funcionamiento del ambiente, a causa de la constante interacción, cambio y evolución. √ Generar actitudes de solidaridad, mediante las interconexiones existentes entre el ambiente y la interdependencia socio-económica, política y cultural del mundo, y superar la separación rígida: la dimensión natural y social del ambiente. √ Valorar el patrimonio cultural de la propia sociedad y la naturaleza en que se vive, como parte del respeto hacia la diversidad cultural y ecológica. √ Desarrollar un conocimiento de la dinámica del entorno, la actitud y capacidad de disfrutar el ambiente, armónicamente, entre el uso individual y colectivo. √ Mejorar la capacidad de análisis, actitudes y comportamientos en la vida cotidiana, y ambientar las acciones personales diarias y su integración en la sociedad, desde una perspectiva planetaria de una ética ambientalista.
En este sentido, según Mazzini (2012)[4] la enseñanza es un proceso complejo que implica una relación entre quien enseña, un contenido a enseñar y un individuo o grupo que aprende. El reciclaje y el arte, en tanto contenido de enseñanza en sí o como estrategia de enseñanza de otros contenidos, habrá de considerar el trabajo desde secuencias didácticas que faciliten la integración de los contenidos a enseñar, así, los alumnos aprenden a descubrir, resolver problemas, reflexionar, ayudarse mutuamente, coordinar acciones, elaborar hipótesis, confrontar puntos de vista, acordar acciones, desarrollar propuestas y más, el trabajo bien planificado en secuencias didácticas, buscando construir una propuesta pedagógica coherente, que integre tanto a los educandos como a los docentes, puede encontrar en el reciclaje una oportunidad excepcional para favorecer el despliegue de enorme cantidad de contenidos y profundos aprendizajes en el área de las ciencias naturales.
En una línea complementaria, el educador Alemán Pestalozzi (1746)[5], establece que desde el punto de vista pedagógico se debe aprender con el corazón, cabeza y manos; y de allí que el reciclaje sirve de modelo para la educación integral. A ello se une el aprendizaje orientado a la acción, así como la estimulación afectiva y la comprensión de las relaciones ecológicas y biológicas (Hoffman, 2011)[6].


MARCO CONCEPTUAL
Estrategias de aprendizaje
En la sociedad del conocimiento y la información la educación se considera el pilar fundamental para la construcción de un país y la riqueza de un país no sólo se mide en términos de recursos naturales disponibles, sino por sus recursos humanos y la calidad de la educación y la capacidad de aprendizaje y formación, cuyo criterio de riqueza representa el capital humano. Por esta razón la enseñanza de la Biología, cada día presenta más retos para el docente; quien debe buscar las estrategias didácticas necesarias para acercar el conocimiento a los estudiantes y disminuir así el espacio que existe entre la ciencia y el contexto educativo. Es primordial transformar las prácticas pedagógicas de acuerdo con el medio institucional y cultural en el que el educando se encuentra inmerso y con las necesidades educativas que exige la sociedad actual.
Villada (2011)[7] define “las estrategias de aprendizaje como una secuencia lógica e integrada de procedimientos y actividades, metodológicamente bien organizada, que tiene como finalidad lograr que el estudiante desarrolle habilidades cognitivas, incorpore nuevo conocimiento en sus estructuras cognitivas y lo aplique en la exploración y solución de problemas” (p.18).


La resolución de problemas en la enseñanza de las ciencias
El Aprendizaje Basado en problemas surgió en la Escuela de Medicina de la Universidad de Mcmaster en Canadá en la década de los 60, tratando de instituir un sistema de enseñanza de la medicina que corrigiese algunas de las deficiencias del sistema de asistencia médica Walsh (citado por Vizcarro & Juárez p. 12)[8].
La enseñanza por resolución de problemas permite desarrollar en los estudiantes un pensamiento científico; puesto que facilita la comprensión y la reconstrucción del conocimiento desde un contexto más cercano a su realidad. Esto permite un cambio en la relación estudiante - enseñanza- conocimiento- aprendizaje y en los roles docente y estudiante. De acuerdo con Martínez & Ibáñez (2006)[9]. “La resolución de situaciones problemáticas abiertas no es fácil de llevar al aula, pero el esfuerzo se ve compensado tanto en el cambio de actitudes cómo en el aprendizaje de los contenidos” (p. 204).
Según Perales (1998)[10] “La resolución de problemas permite diagnosticar las ideas previas de los alumnos y ayudarles a construir sus nuevos conocimientos a partir de las mismas, adquirir habilidades de distinto rango cognitivo, promover actitudes positivas hacia la ciencia y acercar los ámbitos de conocimiento científico y cotidiano” (p.122). 
La resolución de problemas permite no solo adquirir destrezas básicas para la solución de situaciones, sino también desarrollar la creatividad de los estudiantes, con lo cual se enseña a pensar, capacidad de vital importancia para afrontar los retos que se presentan en la actual sociedad. Como lo cita García (2003)[11] “El paradigma de enseñar a pensar surge a partir de la existencia de nuevas condiciones sociales, que implican conseguir una educación de mayor calidad para hacer frente a las exigencias económicas y sociales cambiantes y complejas” (p. 10).
De acuerdo con Perales (citado en García & Mazzarella, 2011)[12] “la resolución de problemas está fuertemente condicionado por las concepciones que tiene el sujeto sobre los conceptos que están implicados en el mismo. Por lo que la resolución de un problema está asociada a la aplicación de procesos cognitivos, básicos y de alto nivel” (P. 114).


Educación ambiental como herramienta de formación ciudadana
La educación ambiental se define como la acción educativa permanente por la cual la comunidad educativa tiende a la toma de conciencia de su realidad global, del tipo de relaciones que las personas establecen entre sí y con la naturaleza, de los problemas derivados de dichas relaciones y de sus causas. Esta desarrolla mediante la práctica la vinculación del educando con la comunidad, sus valores y actitudes hacia el medio ambiente, desarrollando en este las habilidades y aptitudes necesarias para dicha transformación (Teitelbaum, 1978)[13].
La educación ambiental tiene como meta formar a la población a nivel mundial para que sea consciente y preocupada por el medio ambiente y con los problemas asociados a este, y que tenga el conocimiento, la actitud, la aptitud, el compromiso y la motivación de trabajar tanto individual como colectivamente en la solución de los problemas y prevenir los futuros.
Los objetivos de la educación ambiental según la Carta de Belgrado realizada en Octubre de 1975 buscan ayudar a las personas y a los grupos sociales a que:
  1. Adquieran mayor sensibilidad y conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, creando soluciones viables para el mantenimiento óptimo del mismo.
  2. Adquirir una comprensión básica del medio ambiente, de los problemas ligados a este y de la función de la humanidad en él.
  3. Adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente.
  4. Aptitudes, adquirir las habilidades necesarias para resolver los problemas ambientales.
  5. Evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos.
  6. Desarrollar su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.
  7. Desarrollar actitudes responsables en relación con la protección al ambiente.
  8. Adquirir hábitos y costumbres acordes con una apropiación cuidadosa de los recursos de uso cotidiano y los medios de transporte.
  9. Conocer la labor de las principales organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales comprometidas con la problemática ambiental mundial.
  10. Distinguir las causas que alteran el ambiente.
  11. Identificar la interacción entre los factores naturales y la intervención humana.
  12. Reconocer la importancia del impacto que ejercen los diferentes modelos económicos en el ambiente.
La educación ambiental y la escuela
Según Vahos, Pedraza & Campuzano (2012), existe un vínculo entre la escuela y la comunidad el cual es de suma importancia, debido que a través de esta relación se pueden generar procesos de transformación que incidan en el desarrollo individual y comunitario de los estudiantes y padres de familia. Este desarrollo debe partir del conocimiento de su entorno y su manejo, dentro de unos criterios que permitan una interacción dinámica acorde con las necesidades actuales como medio para construir proyectos de vida orientados al mejoramiento de su calidad.
La política nacional de educación ambiental (2012)[14], estipula que la Educación Ambiental deberá suministrar espacios para la construcción de proyectos enmarcados en un concepto de mejora de la calidad de vida y fundamentados en el manejo adecuado de los recursos del presente para contribuir a su cuidado para las generaciones del futuro; Además que las escuelas deben tener un currículo flexible, en el que las fronteras disciplinarias no sean obstáculo para el quehacer del maestro y no limiten su papel con los alumnos y con su comunidad y en el que se refleje la diversidad natural, social y cultural. El currículo debe estar ligado a la cotidianidad de los alumnos y propiciar situaciones de aprendizaje conectadas con su realidad. Debe, así mismo, dar paso abiertamente a la construcción del saber y, por ende a la construcción del mundo. Es por esto que los PRAE son estrategias importantes para la transformación de las actitudes, comportamientos y paradigmas culturales que permitan restablecer la relación entre los seres humanos y el ambiente.

Los PRAE
Son proyectos pedagógicos que promueven el análisis y la comprensión de los problemas y las potencialidades ambientales locales, regionales y nacionales, que generan espacios de participación para implementar soluciones de acuerdo con las dinámicas naturales y socioculturales. Estos tienen como labor la formación desde una concepción de desarrollo sostenible, entendido como el aprovechamiento de los recursos en el presente, sin deteriorarlos para las generaciones futuras, respetando la diversidad y la autonomía y que contempla no sólo aspectos económicos sino sociales, culturales, políticos, éticos y estéticos en pro de una gestión sostenible del entorno (Mineducación, 2009)[15].
Según Calasanz (2009)[16], los PRAE constituyen además un instrumento de gestión que debe recoger ideas, principios, objetivos y propósitos educativos ambientales, necesarios para aportar soluciones a la problemática ambiental que afecta a la comunidad desde todos los ámbitos.


Perfil de un PRAE
El Ministerio de educación nacional establece que un proyecto ambiental escolar debe cumplir con los siguientes requisitos:
  1. Incorporar la propuesta del PRAE en el proyecto educativo institucional.
  2. Debe tener un currículo con una dimensión ambiental, Introducción del problema ambiental de contexto en los planes de área y demás actividades de la institución educativa.
  3. Tener estrategias pedagógico didácticas encaminadas al desarrollo y fortalecimiento de competencias ciudadanas y de pensamiento científico que permitan comprender las interacciones naturaleza - sociedad y cultura, en contextos ambientales particulares.
  4. Poseer una visión pedagógica que permita la construcción de conocimiento significativo.
  5. Espacios o mecanismos operativos que permitan el diálogo de saberes, como el conocimiento científico, tradicional y popular.
  6. Trabajo interdisciplinario, no sólo al interior de la escuela sino al exterior de la misma desde sus asociaciones con otras instituciones. Además de un componente interinstitucional que ayude a la concertación con actores de carácter local, regional, departamental y nacional.
  7. Actividades de intervención directa que permitan la reflexión pedagógica didáctica y su proyección para la transformación de la institución.
  8. Tener dos o más actores comprometidos con el proyecto y dos o más áreas del conocimiento como eje de la propuesta educativa.
Los residuos solidos
La creciente generación residuos sólidos en el país es un problema prioritario, debido principalmente a los patrones de consumo de la población, la falta de cultura y de conciencia ciudadana, la ausencia de responsabilidad de los sectores productivos y de la falta de tecnologías de producción más limpias. Son escasos los conocimientos acerca del maneo apropiado de los residuos sólidos, y debido a este desconocimiento, se requiere que los entes territoriales, las autoridades ambientales y sobre todo las escuelas impartan proyectos de sensibilización de la población para mitigar el alto impacto generado al ambiente por el mal manejo de los residuos sólidos.
El decreto 1713 de 2002 [17]sobre la reglamentación del servicio público de aseo en Colombia, define los residuos sólidos como:
Cualquier objeto, material, sustancia o elemento sólido resultante del consumo o uso de un bien en actividades domésticas, industriales, comerciales, institucionales, de servicios, que el generador abandona, rechaza o entrega y que es susceptible de aprovechamiento o transformación en un nuevo bien, con valor económico o de disposición final.


Clasificación de los residuos sólidos
Residuo sólido aprovechable: Es cualquier material, objeto, sustancia o elemento sólido que no tiene valor de uso directo o indirecto para quien lo genere, pero que es susceptible de incorporación a un proceso productivo (Decreto 1713 de 2002).
Residuo sólido no aprovechable: Es todo material o sustancia sólida o semisólida de origen orgánico e inorgánico, putrescible o no, proveniente de actividades domésticas, industriales, comerciales, institucionales, de servicios, que no ofrece ninguna posibilidad de aprovechamiento, reutilización o reincorporación en un proceso productivo. Son residuos sólidos que no tienen ningún valor comercial, requieren tratamiento y disposición final y por lo tanto generan costos de disposición (Decreto 1713 de 2002).
Residuos orgánicos: son aquellos que pueden degradarse fácilmente para convertirse en materia orgánica, por ejemplo cascaras de frutas, verduras, estiércol de animales etc.
Residuos peligrosos o RESPEL: son aquellos residuos o desechos que por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables, infecciosas o radiactivas puede causar riesgo o daño para la salud humana y el ambiente. Así mismo, se considera residuo o desecho peligroso los envases, empaques y embalajes que hayan estado en contacto con ellos (Decreto 4741 de 2005).
Residuos especiales: aquellos que por su calidad, cantidad, peso y volumen requieren de un manejo especial, ejemplo de estos son llantas, colchones, lodos, escombros entre otros.
Separación de residuos
La separación de residuos en la fuente es una de las actividades correspondientes al manejo integral de los residuos sólidos, según la Norma Técnica Colombiana GTC 86; esta permite el  aprovechamiento de los residuos para poder reutilizarlos y reciclarlos.
Para una correcta separación de los residuos se deben tener claras las siguientes definiciones según la Norma Técnica Colombiana GTC 24 y el Decreto 1713 de 2002:
Separación en la fuente: Es la clasificación de los residuos en el sitio de generación para su posterior manejo.
Aprovechamiento: proceso donde los materiales recuperados se reincorporan al ciclo económico y productivo en forma eficiente, por medio de la reutilización, reciclaje, incineración con fines de generación energía, compostaje, entre otras.
Reuso: Aumento de la vida útil de los materiales utilizándolos completamente o dándoles otra función diferente sin realizar procesos de transformación.
Reutilización:  Prolongación  y  adecuación  de  la  vida  útil  de  los  residuos  sólidos  recuperados  y  que  mediante  procesos, devuelven a los materiales su posibilidad de utilización en su función original o en alguna relacionada, sin que para ello requieran procesos adicionales de transformación.
Reciclaje: proceso de aprovechamiento y transformación de los residuos sólidos recuperados, devolviendo  a estos  su  potencialidad  de  reincorporación como materia prima o insumos para la fabricación de nuevos productos. Tecnologías limpias, reconversión industrial, separación, recolección selectiva, reutilización, transformación y comercialización, son etapas de este proceso.
Compostaje: Proceso biológico controlado que permite la degradación y estabilización de la materia orgánica por la acción de microorganismos. 
Almacenamiento temporal (Acopio): Colocar temporalmente los residuos en recipientes, contenedores retornables o desechables dentro de instalaciones mientras se procesan, para su aprovechamiento, transformación, comercialización o su presentación para su disposición final.
Aprovechamiento: Es la utilización de residuos mediante actividades tales como la separación en la fuente, recuperación, transformación y reusó de estos, permitiendo su mismos, permitiendo su reincorporación al ciclo productivo con el fin de generar beneficio económico y social, además de reducir impactos al medio ambiente y a la salud humana.
Recolección: Es la acción y efecto de recoger y retirar los residuos sólidos de uno o varios generadores efectuada por la persona prestadora del servicio.
Disposición final: proceso de aislar y confinar los residuos sólidos no aprovechables de forma definitiva, en lugares especiales diseñados para evitar la contaminación ambiental y daos a la salud humana.
La separación de los residuos se debe hacer mediante la identificación de canecas por código de colores (Figura 3):
Figura 3. Canecas para la disposición de residuos sólidos mediante el código de colores. Fuente: Norma Técnica Colombiana GTC 24. ICONTEC.


Reciclaje
Es el proceso mediante el cual se obtiene un nuevo producto, por medio de procesos fisicoquímicos o mecánicos a partir de materiales ya utilizados. El reciclaje gira entorno a la regla de las tres R de la ecología que son Reducir, Reutilizar y Reciclar (Figura 4). La regla de las tres R, es una propuesta sobre hábitos de consumo, que busca el desarrollo en la sociedad de consumo sostenible y es una estrategia de manejo de residuos y de actuar amigable con el medio ambiente.


 Figura 4. Imagen sobre las tres R de la ecología[18].

Reducir es minimizar el volumen de residuos, reduciendo el uso de productos contaminantes, debemos usa empaque biodegradables o reciclables, usando menos bolsas plásticas, reducir el uso de agua y energía; reutilizar no es más que reusar materiales que aun sirvan en lugar de botarlos, como las botellas de vidrio o plástico, utilizar el papel por ambas caras, donar la ropa que ya no se usa; y reciclar es transformar materiales desechados para crear productos nuevos, papel, cartón, vidrio, y plásticos pueden devolverse al ciclo productivo y hacer nuevos productos, estos deben separarse en recipientes por separado (Alcaldía de envigado, 2011).

Fundamentación pedagógica del proyecto ambiental escolar[19]
La construcción de un conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyan a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos, físicos, y el enfoque transversal y transdisciplinario. Plantea la posibilidad de cambiar de métodos y de lógicas, en forma concatenada, para afrontar la incertidumbre y la complejidad. Y de esta forma poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto ambiental escolar y curricular a los niños. De tal manera que observen un fenómeno real, manipulan materiales, proponen hipótesis, experimentan, observan, confrontan sus hipótesis contra los resultados y proponen conclusiones. Mientras los niños realizan esta labor de experimentación, argumentan, razonan, discuten entre ellos y construyen conocimiento. Las actividades propuestas se enmarcan en un trabajo autónomo y cooperativo de los niños, fomentando la continuidad e intensidad en el trabajo buscando que los niños experimenten estas viviendas al menos dos veces por semana. La propuesta favorece una aproximación progresiva, continua y estructurada a nociones, conceptos y técnicas científicas. Los niños llevan un registro escrito de sus actividades con sus propias palabras y dibujos. En el curso de su trabajo, los niños van consolidando la expresión oral y escrita, favoreciendo procesos de análisis, argumentación e interpretación. Los niños trabajan en equipo.
Reciclaje a través de la lombricultura
Compostaje
Proceso natural y bioxidativo que llevan a cabo microorganismos aerobios (bacterias, hongos), para transformar los materiales orgánicos, mediante descomposición biológica, en una sustancia viva llamada “compost”.
Compost: producto que se obtiene de someter la materia orgánica a un proceso de fermentación aerobia que la transforma en una mezcla estable y es empleado como abono orgánico y como alimento para las lombrices.

Etapas
·         Mesófila (temperatura ambiente a 40 ºC): los microorganismos de los residuos orgánicos descomponen las biomoléculas a través de reacciones químicas que generan calor. La temperatura se incrementa y el pH desciende por la producción de ácidos orgánicos durante los procesos de descomposición.

·         Termófila (40-70 ºC): predominan las bacterias termófilas, se destruyen los microorganismos mesófilos (patógenos, hongos, esporas, semillas). Se alteran las sustancias fáciles de degradar. El pH se hace alcalino a medida que se libera el amonio de las proteínas. y la temperatura aumenta. La velocidad de la reacción disminuye cuando quedan solo los materiales más resistentes a la descomposición y entonces entran a una etapa de enfriamiento. La duración de la fase termófila depende de la composición química de los materiales, de tamaño y la forma de la pila.

·         Enfriamiento: la temperatura disminuye hasta llegar a la del ambiente reapareciendo los organismos mesófilos y los hongos (resistentes a las altas temperaturas), nuevamente invaden el material y comienzan a atacar la celulosa.

·         Maduración: es la última etapa del proceso, disminuyendo la actividad metabólica. Una vez finalizado este proceso el compost puede almacenarse hasta el momento de su utilización.


Tipos de materiales o residuos
Función
Material
Aportan nitrógeno
estiércol maduro de animales de granja (conejo, chivo, caballo, vaca), restos de cosechas, hojas verdes,
Aportan carbono
cartón, papel, periódico, hojas secas.
Aportan calcio
cáscaras de huevo, plátano, cítricos.
Aportan potasio
cáscara y vástago de plátano.
Aireación
viruta de madera blanca, cascarilla de arroz, tuzas de maíz, paja.
No se deben usar: pescado, carne, huesos, grasas y aceites, productos lácteos, plantas enfermas y/o grandes cantidades de vegetales podridos, estiércol de animales domésticos o humanos, cenizas o aserrín de madera pintada o con taninos, ceniza de carbón, revistas, aguas de lavado o residuales, restos de comida cocinada.

Preparación del compost
ü  Recolección: los materiales se recolectan del mercado público, fincas, campo. Estos se clasifican y almacenan en un lugar adecuado.
ü  Fragmentación: se trituran o pican los materiales (1-5 cm) para facilitar el ataque microbiano. En el caso del estiércol, se deja de 1-3 días al sol regándolo diariamente para eliminar el exceso de urea y ácidos, se pulveriza con una pala para reducir su tamaño.
ü  Mezcla: los materiales se mezclan en una proporción 60:40 (estiércol: demás residuos orgánicos), humedeciéndolos continuamente. Se hacen pilas de 1,0-1.5 m de altura y 1,5-2,0 m de diámetro o base, se cubren con un plástico negro grueso para evitar la pérdida de calor y de humedad por acción del viento, el sol y la lluvia, con el fin acelerar el proceso.
ü  Fermentación: el tiempo está directamente relacionado con el tipo de material, cantidad a fermentar, tamaño de la pila, el clima, etc.
ü  Maduración: el compost debe dejarse madurar mínimo 15 días antes de realizarse la siembra de las lombrices para evitar altas temperaturas y liberación de gases que son nocivos para ella. El pH ácido se corrige añadiendo 200 g cal dolomítica/m2.


Características del compost para la cosecha
ü  Debe estar libre de sustancias químicas y tener bajo contenido de proteínas y fósforo.
ü  Buena porosidad.
ü  Color oscuro o marrón; si está totalmente negro, pegajoso y con mal olor es un indicativo de mucha humedad y falta de aireación.
ü  Olor parecido al de la tierra, si se presentan malos olores es un indicio de que la fermentación no alcanzó su punto ideal.
ü  pH: 6-8.
ü  Debe retener la humedad.
ü  Contenido de materia orgánica: 40-50%.
ü  Amonio en solución: < 40 ppm.
ü  Concentración de sales: > 10 mmhos/cm.
ü  Relación C:N: 30:1

Prueba de aceptación del alimento

No se deben sembrar todas las semillas o pie de cría al mismo tiempo. Primero debe hacerse la prueba P50L: introducir 50 lombrices en el sustrato, si estas se introducen por si solas y permanecen vivas por un largo tiempo, este reúne las condiciones adecuadas como hábitat y alimento. Si se quedan en la superficie o huyen, se deben revisar las variables fisicoquímicas del alimento o sustrato. También se puede realizar la prueba del tamiz con diferentes sustratos.


Prueba con diferentes sustratos

Siembra
Consiste en incorporar manualmente las lombrices a los lechos. La siembra debe realizarse con luz natural. No se deben dispersar ni introducir, ellas mismas irán ocupando en forma homogénea la superficie del lecho.

Variables fisicoquímicas
ü  Temperatura: todas las actividades metabólicas son influenciadas por la temperatura siendo la ideal la cercana a la temperatura ambiental. Sin embargo, resiste variaciones entre 18 y 32 ºC; a valores inferiores de 10 ºC reducen su actividad y por debajo de los 4 ºC todos sus procesos se interrumpen y entran en un estado de letargo.
ü  pH: para un buen desarrollo de la lombriz es de 7 pero resiste variaciones promedio entre 5-8. Se deben sembrar las lombrices cuando el medio es adecuado, para evitar que se altere su comportamiento alimenticio y reproductivo habitual y se extienda la etapa de producción calculada desde el momento de la siembra.
ü  Humedad: los lechos y alimentos deben permanecer húmedos todo el tiempo para un buen crecimiento y desarrollo. La humedad ideal es del 70-80%. En condiciones extremas de humedad o sequedad baja drásticamente la tasa de crecimiento y reproducción.
ü  Aireación: debe impedirse la compactación del sustrato y permitir el paso del aire, para esto se mezcla continuamente con el rastillo y agregarle algún material que facilite la entrada de oxígeno como pasto seco y tuzas picadas.
ü  Luminosidad: la luminosidad debe ser cero, esto se logra colocando polisombra negra sobre los lechos.

La lombricultura como estrategia de enseñanza de las ciencias naturales[20]

El avance de las ciencias naturales ha venido produciendo cambios en el desarrollo de la vida de los seres humanos y de otras  especies, incluyendo a las lombrices las cuales han sido un acontecimiento favorable para la conservación y aprovechamiento del suelo e incluso para beneficio del medio ambiente el cual se está deteriorando. Y en este caso de la enseñanza seguimos atrapados en una enseñanza tradicional.

Muy a menudo se considera que la enseñanza de las ciencias naturales se hace referencia a muchas otras áreas en su conjunto lo cual se puede involucrar en el proyecto de lombricultura.  La lombricultura logra que el estudiante se acerque a diversas experiencias y conocimientos que así puedan potenciar una visión más compleja del mundo real, que ellos traten de mirar con otra visión que es lo que resulta habitual y a la vez acercarse a otros contextos más desconocidos que los hace indagar y saber sobre el tema que se está dando a saber dentro de la colegio. Asimismo con la participación del estudiante con la orientación del docente en el proceso de lombricultura se podrá tener más información y conocimiento de lo que en verdad se necesita para la conservación del mismo y saber cómo es su proceso de elaboración, facilitando un desarrollo comprensivo, reflexivo e  innovador. El docente toma la posición de reconstrucción, organización, reorganización de ideas y experiencias en campo abierto y apoyando al estudiante en el aprendizaje  de formular preguntas y a dar respuestas tentativas para poder empezar a  realizar exploraciones y observaciones cuantitativas de la lombricultura en las ciencias naturales. (Tacca, 2011 citado por Ramirez et al. 2016)[21]

Ver las ciencias como una actividad escolar para aprender las características y los impactos que se pueden brindar a través de la lombricultura, para elaborar indagaciones que puedan ser que se puedan comprender las ideas que se relacionan con este proyecto que se puedan ser planificadas y sus datos sea evaluado según sus ventajas y limitaciones. Donde se puede también  descubrir y explicar los fenómenos simples, observando fenómenos más complejos para utilizar modelos más amplios utilizando un lenguaje simple, en el que se puede utilizar gráficos para presentar información científica cuantitativa y cualitativa, transformando su conocimiento. En este hay que sujetarse a cada uno de los procedimientos y cambios en el cual se brinda seguridad, confianza para lograr unas conclusiones auténticas con conexión lógica en el momento de la práctica para encontrar pruebas necesarias y suficientes que aprueben lo que se está realizando con una comprobación o verificación lógica de lo que se les está enseñando en la práctica, pero ante todo hay que mencionar las características de las ciencias naturales así como lo son características, aspectos, métodos  y  sus pasos lo cual nos sirve de mucho en la realización de este gran proyecto. Así que las ciencias es uno de los valores más valiosos cuando nos conduce a indagar sobre los temas tratados de un mismo proyecto, de la misma manera si se tiene un problema se emplea la observación y la experimentación así esto se adopta al objetivo del estudio.


[1] Guillén, F (1994). Algunos aspectos a considerar en la enseñanza de la Biología [Versión electrónica]. Ciencia, sociedad y enseñanza. p. 53-64
[2] Caduto, M. (1992). Guía para la enseñanza de valores ambientales. Programa Internacional de Educación Ambiental. Madrid, España: UNESCO-PNUMA.
[3] Puig Rovira, J. M. (1992). Educación moral y cívica, una de las guías para los temas transversales. Madrid, España: Materiales de la Reforma. Sarabia, B. (1994). El aprendizaje y la enseñanza de hechos y conceptos. En Coll, C., Pozo, J. I., Sarabia, B. y Valls, E. Los contenidos en la Reforma. Enseñanza y aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes. (s. pp.). Madrid, España: Santillana.
[4] Mazzini. (12 de octubre de 2012). Secuencias didácticas y huerta escolar. Obtenido de http://arconrecursosisfd119pep.blogspot.com.co/p/blog-page.html
[5] Soëtard, M. (1999). Johan Heinrich Pestalozzi (1746-1827). París: Unesco. Disponible en: http//www.ibe.unesco.org/sites/default/files/pestalozzis.PDF
[6] Hoffman. (03 de febrero de 2011). Objetivos pedagógicos. Obtenido de http://www.dsmalaga.com/Objetivos-pedagogicos-del-trabajo-en-el-huertoescolar.313.0.html?&L=2
[7] Villada, C. (2011). Trabajo de grado: Estrategias de aula para alcanzar aprendizajes significativos y  desarrollar habilidades de pensamiento científico en relación con la meiosis. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. 
[8] [27] Vizcarro, C. Juárez, E.  (s.f). ¿Qué es y cómo funciona el aprendizaje basado en problemas?. En la metodología del Aprendizaje basado en problemas. Universidad Autónoma de Madrid. P. 281. 
[9]Martínez, M. e Ibáñez, M. (2006). Resolver situaciones problemáticas en genética para modificar las actitudes relacionadas con la ciencia. [Versión Electrónica]. Enseñanza de las ciencias.  24(2): 193-206. 
[10]Perales, J. (1998). La resolución de problemas en la didáctica de las ciencias experimentales [Versión Electrónica]. Educación y pedagogía. 10(21). 119-144.
[11]García, J. (2003). Didáctica de las ciencias: resolución de problemas y desarrollo de la creatividad. Cooperativa Editorial Magisterio. Bogotá. p. 300.
[12] García, M. Mazzarella, C. (2011). Efecto de una intervención didáctica constructivista sobre el conocimiento y la resolución de problemas relacionados con Herencia Biológica en estudiantes de noveno grado [Versión Electrónica]. Revista de investigación. 74(35).
[13] Teitelbaum, A. (2002). El papel de la educación ambiental en América Latina. París, Francia: UNESCO.
[14] Ministerio de medio ambiente y Ministerio de Educación. 2002. Política Nacional de Educación Ambiental. Consultado en línea 19 de agosto de 2018. Disponible http://cmap.upb.edu.co/rid=1195259861703_152904399_919/politi-ca_educacion_amb.pdf
[15] Ministerio de Educación. 2009. Educar para el desarrollo sostenible. Consultado en línea 19 de agosto de 2018. Disponible https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-90893.html
[16] Calasanz, C.S. Hacia una cultura ecológica para la protección y conservación del ambiente en la comunidad Educativa del Colegio San José de Calasanz. Bogotá. 2009.
[17] Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Decreto 1713 de 2002. Por el cual se reglamenta la Ley 142 de 1994, la Ley 632 de 2000 y la Ley 689 de 2001, en relación con la prestación del servicio público de aseo, y el Decreto Ley 2811 de 1974 y la Ley 99 de 1993 en relación con la Gestión Integral de Residuos Sólidos. Consultado en línea 19 de agosto de 2018. Disponible http://www.corpamag.gov.co/archivos/normatividad/Decreto1713_20020806.htm
[18] Recuperado de: http://www.ecologia.edu.mx/inecol/index.php/es/ct-menu-item-25/ct-menu-item-

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